Una situación que está afectando de modo negativo la manera de relacionarse de las familias post modernas es esta dualidad padres-amigos.
Lo primero que debemos decir es que tenemos un patrón a seguir en la Palabra de Dios.
Nuestro Dios se revela al mundo como creador y eso le da el carácter de Padre.
Asi que Dios es creador y Padre. pero también se revela como amigo. Entonces es correcto pensar que somos llamados como padres a tener amistad con nuestros hijos.
Sin embargo, debemos ser cuidadosos a la hora de establecer bajo qué condiciones se debe dar esta relación de amigos.
El padre por ser progenitor y coheredero en la gracia de la vida, gana el derecho de ser papá de manera natural. La verdad no requiere de mayores méritos. Si se espera que actúe como tal, siendo ejemplo, pero no necesita ganarse ese espacio sino más bien legitimarlo.
Pero el tema de la amistad es algo bien diferente que se desarrolla producto de una relación constante de confianza y cariño.
Nuestro Señor estableció la condición necesaria bajo la cual poodemos ser amigos de nustros hijos. Dios dijo "seréis mis amigos si hacéis lo que yo os mando"
Queridos padres cuidado con ofrecer amistad (y todos los benefiicos que de ello se desprenden) de forma gratuita.
La amistad que tiene valor es aquella que nuestros hijos ganan mediante la obediencia a nuestras normas.
Muchos hijos hoy día reclaman sus derechos sin hacerse cargo de sus deberes.
Les hacemos un gran favor a nuestros hijos cuando les enseñamos que todo tiene precio en la vida, incluyendo la salvación: "a Cristo le costó todo". Este principio debería regir nuestra amistad con los hijos y nuestras relaciones en general.
Lo que nada cuesta, nada vale.
Se amigo, pero no olvides que tus hijos siempre querrán ver un padre en tí.
No los decepciones.
¿Padres o Amigos?
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