¿Padres o Amigos?

Una situación que está afectando de modo negativo la manera de relacionarse de las familias post modernas es esta dualidad padres-amigos.

Lo primero que debemos decir es que tenemos un patrón a seguir en la Palabra de Dios.

Nuestro Dios se revela al mundo como creador y eso le da el carácter de Padre.

Asi que Dios es creador y Padre. pero también se revela como amigo. Entonces es correcto pensar que somos llamados como padres a tener amistad con nuestros hijos.

Sin embargo, debemos ser cuidadosos a la hora de establecer bajo qué condiciones se debe dar esta relación de amigos.

El padre por ser progenitor y coheredero en la gracia de la vida, gana el derecho de ser papá de manera natural. La verdad no requiere de mayores méritos. Si se espera que actúe como tal, siendo ejemplo, pero no necesita ganarse ese espacio sino más bien legitimarlo.

Pero el tema de la amistad es algo bien diferente que se desarrolla producto de una relación constante de confianza y cariño.

Nuestro Señor estableció la condición necesaria bajo la cual poodemos ser amigos de nustros hijos. Dios dijo "seréis mis amigos si hacéis lo que yo os mando"

Queridos padres cuidado con ofrecer amistad (y todos los benefiicos que de ello se desprenden) de forma gratuita.

La amistad que tiene valor es aquella que nuestros hijos ganan mediante la obediencia a nuestras normas.

Muchos hijos hoy día reclaman sus derechos sin hacerse cargo de sus deberes.

Les hacemos un gran favor a nuestros hijos cuando les enseñamos que todo tiene precio en la vida, incluyendo la salvación: "a Cristo le costó todo". Este principio debería regir nuestra amistad con los hijos y nuestras relaciones en general.

Lo que nada cuesta, nada vale.

Se amigo, pero no olvides que tus hijos siempre querrán ver un padre en tí.
No los decepciones.

"Quiero ministrar la iglesia"


Muchos hogares son victima del conflicto que se genera a partir del servicio "A Dios" en la congregación. Realmente ganar el mundo para Cristo es una meta codiciable, ¿quién no querría tener parte en esa tarea y recibir tal honra?
Pero hay llamados que a nuestros ojos no son tan atractivos.

Tal es el caso de la ministración en el hogar.

El primer lugar donde Dios desea que se manifieste nuestro ministerio es en casa, con nuestra esposa(o) e hijos. Si ellos no son capaces de reconocernos como verdaderos siervos de Jesucristo, ¿por qué Dios nos tendría que honrar delante de otros?

Entonces, el primer sitio que debe ser evangelizado y ganado para el reino es nuestra propia casa.

El Señor les encomendó a sus discípulos que fueran testigos suyos partiendo desde Jerusalén (que representa nuestro hogar) y luego se extendieran a Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra"

Muchos que tienen un genuino llamado de Dios al santo ministerio, están deseosos de ganar a todo el mundo para el Señor, pero han sido negligentes en ganar sus propios hogares, y esto porque a veces su testimonio de vida es tan débil que quienes les conocen de verdad, simplemente no acreditan tal ministerio.

Es bastante fácil ser el siervo de Dios el domingo un par de horas delante de la gente, pero lo que somos en casa día a día ES LO QUE CUENTA ANTE NUESTROS HIJOS Y ANTE DIOS.

El ministerio debe ser legitimado con un testimonio que parte en casa, con mi propia familia y luego, si demuestro ser capaz de gobernar bien mi casa, estaré en condiciones de gobernar la iglesia de Jesucristo.

Frente a la premisa: "quiero ministrar la iglesia", Dios dice, "parte en casa gobernando la iglesia que tienes más cerca que son tus hijos, tu esposa(o), porque "Al que es fiel en lo poco, Dios ha prometido ponerle sobre más".

Bendiciones,
Pastor Gabriel

La Importancia de la Familia


Luego de haber creado al hombre y a la mujer, lo siguiente que Dios instituyó fue el matrimonio el cual dió paso a la institución de la familia.

La familia es importante para Dios porque la iglesia, como organismo, es una gran familia compuesta por familias más pequeñas.

La iglesia como familia nunca será mejor de lo que cada familia es a nivel particular.

Al congregarnos llevamos con nosotros lo que somos: nuestros hábitos, costumbres, prácticas, "mañas", y todo lo que nos identifica como familia, tanto los aspectos positivos como negativos.

La misma descripción que se hace en las escrituras acerca de la Deidad, nos dan una referencia de la importacia que el concepto de familia tiene para Dios: "Dios el Padre, nos presenta al Hijo Jesucristo, y se revela a los creyentes por medio del Espíritu Santo, el cual viene a ser el corazón, esencia y vida misma de la familia.

La relación entre Cristo y Su Iglesia es una relación en los mismos términos que un matrimonio en el cual la Iglesia es la esposa y El Señor Jesús el Esposo.

Asimismo las diferencias (complicaciones) que hay en nuestro andar cristiano tienen su origen en lo que da lugar a las problemáticas matrimoniales: el esposo ve las cosas de una forma y la esposa de una manera diferente. Cristo nos dice en Su Palabra cómo ve las cosas, pero nosotros insistimos en que las cosas sean hechas nuestro modo.

También se nos enseña que Jesucristo es el primogénito entre muchos hermanos. Y podría seguir sumando fundamentos biblicos para demostrar que la familia es importante para Dios.

¿Lo es también para tí?

Dice la Palabra que "los maridos deben amar a sus esposas así como Cristo amo a la iglesia y se sacrificó (entregó) por ella"
¿Amas a tu esposa? ¿Amas la iglesia?

En un matrimonio es el egoismo lo que trae fracaso, división y ruptura. No permitamos que eso pase en la iglesia.

Recuerda "una iglesia nunca será mejor que lo que cada familia es en la intimidad del hogar".

La Manipulación

A veces los padres nos quejamos de actitudes que tienen nuestros hijos y no nos damos cuenta que en gran medida hemos sido nosotros mismos los que hemos contribuido a esas formas de comportamiento. Un gran mal que se hace a los hijos es enseñarles a ser manipuladores.

¿Cómo? Primeramente no poniéndonos de acuerdo. Los hijos aprenden rápido y una de las cosas que aprenden con rapidez es a manipular situaciones cuando se dan cuenta que sus padres no están de acuerdo en algunos temas, por ejemplo: permisos, horarios de llegada, modas, valores, y otros.

Los hijos se percatan que uno de los padres es más débil que el otro en alguna area y aprenden a acudir a él o ella según su conveniencia.

Esto es doblemente negativo, primero, porque les lleva a preferir a uno sobre el otro no sobre la base de los buenos méritos sino por una cuestión de debilidad de carácter, lo que finalmente lleva al hijo a despreciar a ese padre o madre.
Segundo porque les fomenta una actitud de manipulación que luego se expande a a
su manera de relacionarse con el resto de las personas. ¿Quién podría negar que es genial que las personas hagan lo que nosotros queremos que hagan?

Evitar esto es bien sencillo. Debemos partir en casa poniéndonos de acuerdo los padres. Cuando nuestros hijos vean que hablamos el mismo idioma, que respetamos las mismas reglas y que perseguimos los mismos objetivos , entenderán que lo que dice uno, es confirmado por el otro y así no habrá posibilidad de poder manipular.

Inténtalo, un día me lo agrdecerás.

Con cariño, Pastor Gabriel